lunes, 14 de enero de 2013

EL DESTINO ES UN CAMINO OCULTO CON UNA VIEJA CAPRICHOSA

 He estado ausente debido a ciertos problemas de salud. Por suerte parece que todo está bajo control.

En todo ese tiempo he reflexionado mucho sobre la idea de "destino", de porqué pasan ciertas cosas en nuestras vidas. porqué a veces los acontecimientos parécen arrastrarnos irremediablemente a un lugar o circunstáncia. Tenemos sueños y planes en mente, tenemos proyectos y sin embargo a veces todo parece volverse en contra nuestra. Y entonces, cuando te fijas con mucha más atención, ahí se esconde algo valioso, una lección, una moraleja, una "clase magistral".

Personalmente pienso que el destino no consiste en que toda tu vida venga pre-definida desde tu concepción. Por que si así fuera ¿qué sentido tendría vivir, qué sentido tendría esforzarse por ser feliz?.
No, más bien creo que todos tenemos un "porque...", una meta, una misión en esta vida si se le prefiere llamar así. Nacemos con unas cualidades, aprendemos otras, nos encantan algunas y entonces nos damos cuenta que somos realmente buenos en algo y disfrutamos como niños haciéndolo. Y ese algo puede ser la pista a seguir para encontrar nuestro destino. A veces nos empeñamos en seguir un camino que creemos que es el nuestro, pero una cadena de fracasos estrepitosos puede ser señal de que, o bien necesitamos modificar nuestro " modus operandi" o bien que no es lo nuestro.

Como le pasa al chico que por imposición paterna estudia medicina porque su padre o su abuelo o ambos son médicos, pero que sin darse cuenta acaba dibujando el esquema de un circuito junto a los apuntes de fisiología. Como le pasa a la mujer que cosecha un novio fallído tras otro cuando en verdad ama a otra mujer. Como le sucede a una persona con diversidad funcional cuando intenta dejar de las muletas, el bastón blanco o cualquier ayuda técnica que realmente necesita y trata de pasar por una persona sin deficiencias ante los demás por evitar el rechazo y por vergüenza hacia su condición de "discapacitado", como cuando los guerreros celtas se lanzaban a la batalla desnudos.

A veces nos embarga una chispa de discernimiento y alcanzamos a ver ese camino (lo que los budistas llaman el Satori, "despertar"). Cuando oimos a la Awen soplando en nuestras orejas y estamos lo suficientemente callados para escuchar lo que dice.

Hace años que encontré mi camino, conocí cual era mi destino: ayudar a que otras personas con discapacidad (como yo) tengan una vida lo más normalizada e independiente posible. Porque nací con una enfermedad rara en los ojos que me está dejando sin visión. Hacer uso de toda mi experiencia acumulada como persona con deficiencia visual grave para ayudar a otros como yo a evitar pasar más de un mal rato, a afrontar eficazmente la lástima y hasta el desprecio que las personas """""normales"""" suelen tener hacia nosotr@s. Y es por ello que decidí estudiar terápia ocupacional.

Y tengo esa meta en mente y es el motor de mi vida. Es a lo que me aferro cuando las cosas se ponen realmente feas y me anima a seguir adelante. Es lo que me ayudó a aceptar mi deficiencia.
Pero a veces me empeño en ir hasta allí por un camino que creo que es el correcto. Y hay algo que no me deja seguir por ahí: una enfermedad, un cúmulo de circunstáncias que me impiden seguir...
Y entonces tengo varias opciones: ver en qué me he equivocado, comprobar si hay otro camino, ver si hay algo oculto entre la maleza que debo aprender (pero que inconsciéntemente omito) y que pueda servirme para seguir adelante. O símplemente que no debo ir por ahí.

Una enfermedad puede ser un obstáculo o una "clase extra de paciencia", o un examen sorpresa para ver si lo que aprendí en las clases de terápia ocupacional aplicada puedo aplicármelo a mí misma. O un "pára el carro un momento, descansa, planifica tu próximo movimiento con calma y aprende unas cuantas cosas más aquí antes de seguir con la próxima etapa". o un "¡¡que es es por aqui, so tonta!!".
No me gusta verlo como un obstáculo, porque no quiero amargarme la existéncia, cuando hay formas más útiles de encarar una situación aparéntemente problemática.

Ofuscárse en seguir esa meta a veces puede llevarte a perder de vista lo que pasa a tu alrededor y cuando aparéntemente fracasas, te deprimes. Pero si pones atención a tu alrededor, verás que ahí hay algo hermoso. No tienes (de momento) lo que deseas, pero tienes otras muchas cosas buenas.

Este año mi ritual de Yule se enfocó en eso, dar las gracias por lo que si tengo y pedir a los Antiguos y en especial a la Maestra, que me ayuden a coger fuerzas y a reunir sabiduría durante mi convalecéncia para encarar mejor mi camino cuando pueda retomarlo.

Dí gracias porque mis padres todavía viven (sí, a veces los rifaría por lo pesados que son, pero los quiero y tengo tantas cosas que apreder de ellos todavía...).
Dí gracias porque conseguí dos trabajos cuando hoy en día todo está tan mal en ese aspecto. Y ambos tienen que ver con mi profesión.
Dí gracias porque, a pesar de todo, todavía me puedo valer por mí misma.
Dí gracias por toda esa gente maravillosa que me quiere y me apoya.
Dí gracias a mis antepasados por estar aquí gracias a ellos, por el amor que me brindaron aquellos a quienes conocí y por la sabiduría que me transmiten en mis meditaciones con ellos.

Y la noche del solsticio recibí el Año Nuevo con fuego, Kykeón, cánticos y ritos de renovación. Y alegría, mucha alegría.
 







6 comentarios:

  1. Yo te doy las gracias a ti, en este momento porque me has dado una "clase magistral",porque a veces se nos olvida lo bueno que tenemos en nuestra vida en estos momentos aunque no sea lo que siempre hemos anhelado.Y que en realidad,a veces, eso que anhelamos tener o conseguir no es lo que verdaderamente necesitamos para ser felices.
    También te doy gracias porque me recuerdas una vez mas, que todo el mundo que pasa por nuestras vida en algún determinado momento nos aporta buenas o malas experiencias, pero de todas ellas aprendemos algo que necesitábamos saber, y que la vida gira y gira como una rueda constante llena de viviencias,experiencias,alegrias,tristezas...y nosotros debemos girar con ella dando gracias por lo que poseémos y por lo que no. Porque en el momento mas inesperado lo lograremos y entonces tendremos que estar preparados para saber apreciar y valorar lo que hemos conseguido.
    Te mando un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Hola An, vengo del blog de Marta y después de recorrer tu blog y leer algunos post he decidido quedarme como tu seguidora. Me ha gustado mucho tu blog.

    Minutos antes de entrar en tu blog estaba pensando precisamente en el destino, en las personas que se nos cruzan en la vida y cómo nos puede cambiar y mira tú por donde es el post que tú tenías al principio de la página. Justo en lo que yo estaba pensando...

    Un abrazo grande,

    Eva.

    ResponderEliminar
  3. Hola!
    Después de leer tu post, me preguntaba si conoces a lo que se le llama MMS? Por que tal vez pudiera ayudarte con tu enfermedad este remedio. :)

    ResponderEliminar
  4. Hola An, Gracias por tu blog, me ha encantado. No tengo palabras, cuanta razon tienes, saludos desde el Reino Unido. Y Felicidades por tanta lucidez! Que inspiracional> Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  6. Hola An, estaba buscando información de los ídolos oculados del neolítico y acabé leyendo tu blog. Me gustan los temas de mágia natural con plantas y de vez en cuando voy a meditar al lado de un arbol maestro aquí en mi ciudad natal, Barcelona. También solo veo de un ojo desde los 18 años debido a un glaucoma juvenil, también tengo minúsvalia visual aunque con el ojo derecho me defiendo bastante bien.Me gustaría hacer un cambio de trabajo incluso pase por la Once para ofrecerme para ayudar otras personas con disminución pero me dijeron que no podian ayudarme... así que estoy trabajando en un lugar donde me tratan bastante mal como ser humano mi jefe tiene mucho que aprender.

    ResponderEliminar