Tradicionalmente dentro del año agrícola, en esas fechas se preparan las tierras de labranza con la bendición de los campos y su preparación para el barbecho. El fuego, elemento que interviene en la fiesta, tiene naturaleza ambivalente: dá calor pero a la vez es destructivo. El fuego era un elemento crucial en la vida de nuestros antepasados campesinos; alrededor del fuego del hogar se desarrollaba la vida familiar y se transmitian las tradiciones y cuentos orales (en una epoca donde el frío era más intenso que ahora y no habían teles, internet ni movil para entretenerse cuando el frío apretaba y no se podía salir). Las hogueras rituales de invierno daban luz y quemaban lo malo del año anterior para dejar cabida a lo bueno del nuevo ciclo. Un precioso ejemplo de estos fuegos rituales es la hoguera que se enciende en la localidad valenciana de Canals.
La bendicion de los animales tiene mucho que ver con ritos propiciatorios para favorecer su fecundidad y asegurarse su suministro de carne para alimentarse. En las ciudades se ha pasado de bendecir a los animales de granja a los de compañía, pero en zonas rurales la tradición original perdura.
Hay comidas típicas de estas fechas. En Alcoy es tipico "anar a torrar" a la ermira de sant Antoni, durante el transcurso de la romería al santo. Se preparan brasas en los recintos acondicionados para tal fin y se asan carnes y embutidos.
En Elche es típico comer cocas: rellenas, con sardina...
(fuente: elpastisset.com)
Por mi parte, hice mi hoguera particular con maderas traidas de mi Mariola, y las cenizas las mezclé con la tierra de mi huero urbano a modo de bendición.
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