domingo, 4 de diciembre de 2011

RECOGIDA DE MATERIAL

Estos días he estado bastante atareada con las prácticas de un curso de formación y además el tiempo no es que haya acompañado mucho que digamos. Sin embargo, los pocos días de sol que hemos tenido en esta parte del Mediterráneo los he aprovechado para preparar algunos materiales: la piel de un conejo (hallado atropellado en la carretera, el pobrecito aún estaba caliente), curtida por mí.
Para ser la primera vez que curto la piel de un animal no me ha quedado tan mal como esperaba. Tras lavarla cuidadósamente la tuve cerca de 3 meses enterrada bajo una gruesa capa de carbonato sódico (esta sal, también llamada "natrón" puede hallárse en la naturaleza y fué usada por los antiguos egípcios en los procesos de momificación de cadáveres). Pasado ese tiempo la lavé con agua y jabón suave y la sumergí en una disolución de alúmbre de potásio (también llamada "sales de alúmbre", hallados de forma natural en zonas volcánicas y usadas como desodorizante natural) por dos semanas. La saqué, la lavé con agua y la puse a secar al sol. Falta darle un "sobado" para que quede suave y suelta y no apergaminada.


También puse a secar las orejas y las patas.

Las partes de animales son utilizadas para llamar al espíritu del animal en cuestión en rituales de necrománcia, bien para obtener conocimiento (si se trata del animal de poder, la forma animal que adquiere el Fetch de la bruja) o bien para que ese espíritu se convierta en nuestro ayudante o familiar en la ejecución de nuestro Arte. Por ejemplo, las alas de pájaros o sus plumas se usan para los trabajos de "vuelo".



Las bayas de mi hierba mora o tomatillo del diablo (solannum nigra) ya están madurando. Son tóxicas y a dosis elevadas mortales, por su elevado contenido en solanina, pero sus hojas tienen propiedades analgésicas y antiinflamatórias. Las bayas forman parte de mi unguento volador, pero las hojas las uso, preparadas convenientemente, para combatir el dolor y la inflamación de las articulaciones en caso de que se inflamen las bolsas serosas (las "almohadillas protectoras" de ciertas articulaciones, como la cadera) o la artrosis.

 La pobre estaba llena de pulgones, pero una infusión de tabaco, pulverizada varias veces a lo largo de varios días se encargó de eliminarlos y ahora está sana y hermosa.

2 comentarios:

  1. Qué entrada más interesante, gracias por compartirla. Acabo de aterrizar en este blog y una sonrisa se ha dibujado, pues soy un lector alicantino profundizando en el Arte.

    Un saludo

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  2. Hola An, ¿para conservar alas de pájaro también hay que ponerlas en la sal sosa o solo es para secar? Tengo alas secas y no se cómo tratarlas. Saludos

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